21 de julio de 2010

Fútbol y política

El partido


Pimera parte. Hemos cruzado el umbral de la mitad de la segunda legislatura de Zapatero en La Moncloa y los partidos políticos perfilan sus estratagemas con el fin de incrementar el apoyo popular en las sucesivas elecciones que se nos avecinan: primero serán las catalanas, que nos están descubriendo la faceta de chantajista mafioso, que supera con creces a la reconocida por todos de brillante orador, de Durán y Lleida, nacionalista catalán nacido en Huesca por lo demás, luego las autonómicas y municipales y, finalmente, las generales.

Segunda parte. El éxito en la contienda política en los sistemas democráticos, nos recuerda José María Maravall, “depende en gran medida de la habilidad de los políticos para colocar en la agenda temática los asuntos que más beneficien a sus expectativas electorales”. En la anterior legislatura, el Partido Popular realizó un ingente e infructuoso esfuerzo por monopolizar el debate con temas que empañaran “la brillante gestión en materia social” del Gobierno, por continuar citando a nuestro sociólogo: la lucha antiterrorista, la reorganización del Estado de las autonomías y la supuesta persecución laicista a venerables curas que pasean por la Calle Ancha y a monjas que hacen rosquillas en el convento de Villamañán que luego Homer Simpson degusta con fruición. En esta legislatura, la sobrevenida crisis global, ha facilitado el camino a Mariano Rajoy que no tiene que hacer ningún esfuerzo para que la economía sea el epicentro de todos los debates. Sabedor de que va ganando el partido por desgaste del rival, como los mediocres equipos de fútbol cuando lo hacen por la mínima, y en el tiempo que le deja libre la lectura del Marca y las etapas del Tour de Francia, pide que piten el final, temeroso de la remontada.

Prórroga. Si algo queda de manifiesto es la imposibilidad de abordar temas de gran transcendencia para nosotros como el agrícola o el minero en el debate sobre el estado de la nación. Quizá sea conveniente que nuestros diputados, provinciales y nacionales, así como los procuradores, prolongaran el debate en un foro interparlamentario y aborden los problemas que nos acechan y busquen soluciones.

"Saltamontes", fotografía perteneciente al álbum hermano "La ventana de una lágrima"

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