28 de enero de 2008

Clases de Filosofía Política y de Ciencia Política en el I.E.S. Padre Isla (León). Filosofía de 1º de Bachillerato.

Regímenes políticos, características de la democracia, diferencia entre parlamentarismo y presidencialismo, leyes electorales mayoritarias y proporcionales y la ley D´hont.

Contenido:

  • 1. Tipología de los regímenes políticos
  • a) Regímenes democráticos
  • b), c), d), e) Regímenes no democráticos (autoritarios, totalitarios, postotalitarios y sultanistas)
  • 2. Concepto y características de la democracia
  • 3. Diferencias entre regímenes presidencialistas y regímenes parlamentarios
  • 4. Leyes electorales mayoritarias y proporcionales. Ley D´hont: cómo se distribuyen los escaños en España
  1. Tipología de los regímenes políticos:

Ya Aristóteles construyó la primera tipología de las formas de gobierno en virtud de cuántos gobiernan (uno, pocos o muchos) y cómo gobiernan (bien o mal):

Cuántos / cómo gobiernan

Uno

Pocos

Muchos

Buen gobierno

Monarquía

Aristocracia

República

Mal gobierno

Tiranía

Oligarquía

Democracia

En las tipologías, los tipos han de ser mutuamente excluyentes, ya que no puede haber un mismo tipo incardinado en variables distintas (democracia –muchos gobiernan y mal; muchos gobiernan y bien).

Linz y Stepan nos sugieren la siguiente tipología de regímenes políticos modernos:

a) Democracia: existe pluralismo político, tutelado legalmente, que es responsable de sus decisiones ante los ciudadanos o sus representantes. Hay autonomía en la economía, en la sociedad y en las organizaciones. En cuanto a la ideología existen reglas para garantizar el ejercicio de la oposición. Se respetan a las minorías. En consecuencia, existe un alto grado de participación ciudadana. El liderazgo es vertical, esto es, seleccionando a las elites políticas en elecciones libres y se encuentra limitado en la toma de decisiones por la Constitución y las leyes. (Analícese cualquier país de la Unión Europea.

b) Autoritarismo: el pluralismo es limitado y no responsable de sus decisiones políticas. No existe una ideología-guía articulada. Apenas existe movilización en el sistema político salvo en supuestos excepcionales. El líder o pequeño grupo ejercita el poder dentro de unos límites indefinidos pero previsibles. Las elites políticas se eligen por cooptación y los funcionarios, sean civiles o militares, gozan de cierta autonomía. (El régimen del general Franco es un ejemplo de este tipo de régimen).

c) Totalitarismo: en este tipo nos encontramos ante una ausencia de pluralismo, tanto social, como económico y político. Existe una ideología-guía compleja, es una suerte de utopía alcanzable. Hay una movilización amplia en muchas organizaciones obligatorias creadas por el régimen que solo es posible mediante el activismo de cuadros y militantes. El poder que ejerce el líder no tiene límites definidos y es imprevisible. El líder a menudo suele ser carismático y el reclutamiento de elites políticas suele basarse en el éxito y en la dedicación a la organización del partido de las mismas. (La extinta URSS o la Alemania nazi como paradigmas).

d) Post-totalitarismo: el pluralismo social, económico e institucional es limitado, no responsable y el partido detenta formalmente el monopolio del poder. La ideología-guía oficial existe aún pero el compromiso con respecto a la utopía es más débil, limitándose a un consenso programático. La movilización también amaina y el líder se conforma con conseguir un mínimo grado de lealtad y obediencia. Los líderes esporádicamente son carismáticos y los más importantes provienen de la tecnocracia interna del partido. (Estamos hablando de países que conformaban la antigua URSS y que aún no han realizado la transición hacia la democracia).

e) Sultanismo: existe un pluralismo económico y social sujeto a intervenciones arbitrarias y despóticas. Hay una fusión entre lo público y lo privado. En cuanto a la ideología, sobre todo se produce una manipulación arbitraria de símbolos y una glorificación eterna del gobernante. No existe, pues, una ideología ni mentalidad característica a parte del personalismo despótico. La movilización es limitada y ocasional. La coerción y los métodos clientelares en la relación de los ciudadanos con el poder es un rasgo básico de estos regímenes. El sultán (que podemos denominarlo también sátrapa o tirano), moviliza a grupos paraestatales que ejercen la violencia. El liderazgo es inequívocamente personalista y arbitrario, con tendencia dinástica y el líder se encuentra desvinculado de cualquier ideología. El equipo del déspota está conformado por miembros de su familia, amigos y socios. Los ciudadanos están sumidos personal y exclusivamente al gobernante. (El régimen de los Somoza en Nicaragua fue un claro ejemplo de sultanismo). Evoco aquí un pasaje del libro Tirano Banderas del escritor Valle-Inclán que define muy bien cómo actúa un líder de un régimen sultanista –aunque también podría valernos para visualizar cómo actúa cualquier dictador de un régimen no democrático: “El gobernante, muchas veces precisa ahogar los sentimientos de su corazón, porque el cumplimiento de la ley es la garantía de los ciudadanos trabajadores y honrados: el gobernante, llegado el trance de firmar una sentencia de pena capital, puede tener lágrimas en los ojos, pero a su mano no le está permitido temblar.”

2) Concepto y características de la democracia

Por democracia solemos entender “gobierno del y para el pueblo”. El pueblo como único sujeto que ejerce su voluntad. Pero en la sociedad hay conflicto (de ideas, de intereses, de concepciones de vida buena…) -para regularlo tenemos la política- si hay dos actores, por lo que descartamos esta definición por el simple hecho de que solo hay un actor: el pueblo.

En la teoría empírica de la democracia, se habla de poliarquía (gobierno de muchos) para referirse a la democracia, dejando el término democracia como un régimen político ideal que dista de nuestras “poliarquías” actuales. Las garantías de la democracia para Robert Dahl son:

- Libertad para organizarse

- Libertad de expresión

- Derecho de voto

- Fuentes de información de alternativas a las del Gobierno o del resto de poderes del Estado

- Elegibilidad para cargo público (salvo en supuesto de transgresión del código penal)

- Elecciones libres, justas y limpias

- Derecho a competir por los votos

- Instituciones o reglas que garantizan que las acciones del gobierno dependan de los votos de los ciudadanos.

El politólogo Giovanni Sartori nos proporciona la definición mínima de la democracia:

. Sufragio universal (masculino y femenino)

. Elecciones libres, competitivas, recurrentes (periódicas) y limpias

. Existencia de más de un partido en el sistema de partidos

. Fuentes de información política diferentes y alternativas

Schumpeter define a la democracia como un método. “El método democrático es el instrumento institucional para tomar decisiones políticas. De acuerdo con el cual algunos individuos obtienen el poder de decidir mediante una lucha competitiva por el voto popular.”

Lo que hay que tener presente, en definitiva, es que en una democracia hay principios que no se pueden vulnerar:

  • - Acuerdo sobre reglas / disenso o conflicto sobre contenidos (Constitución española / políticas públicas)
  • - Regla de la mayoría / protección de las minorías (uno o varios partidos pactan un programa de gobierno y lo ejecutan / los partidos de la oposición gozan de capacidad para ejercer la crítica y representar a los ciudadanos que han confiado con sus votos en ellos)
  • - Amplia representación de intereses e identidades / eficacia decisional (la democracia ha de incluir en sus instituciones la mayoría de los intereses y de las identidades que existen en la sociedad / ello no es óbice para que la toma de decisiones, de conformidad con la legalidad vigente, en las instituciones sea ágil y ninguna minoría pueda obstaculizarla)

3. Diferencias entre regímenes parlamentarios y regímenes presidencialistas

La principal diferencia radica en la legitimidad democrática. La única institución en el parlamentarismo con legitimidad democrática es el parlamento. La legitimidad del Presidente y su Gobierno es indirecta. El parlamento inviste al Presidente del Gobierno, pero, del mismo modo, sin convocarse nuevas elecciones, puede destituirlo mediante el mecanismo de la moción de censura. (Véase España)

Por el contario, en el presidencialismo existe la legitimidad dual. Los ciudadanos eligen por un lado al presidente y, por otro, a sus representantes en las cámaras. El Presidente no puede ser destituido por las cámaras, solo por algún procedimiento especial, como en EEUU el famoso “impeachment” (su traducción literal es bochorno). Y los mandatos, salvo situaciones límite o extraordinarias, son fijos.

Autores como Linz y Stepan apuestan por el parlamentarismo ya que es, a su juicio, más estable que el presidencialismo que es un juego suma cero, en el que uno lo gana todo al mismo tiempo que otro lo pierde. Como evidencia comparan América Latina (toda ella llena de regímenes presidencialistas) con Europa, donde abundan los regímenes parlamentarios (España, Alemania, Italia y Reino Unido).

Mainwaring y Shugart discuten esa idea arguyendo que para entender la inestabilidad política en América Latina hay que atender, además de la situación socioeconómica de los países y la ausencia de una mesocracia (mayoría de clases medias), a las siguientes cuestiones:

i) Si existe o no gobierno unificado. Se dice que hay un gobierno unificado (El Presidente y la mayoría de las asambleas son de un mismo partido). En caso de que no lo sean decimos que hay un gobierno dividido.

ii) El número efectivo de partidos (indicador que se obtiene teniendo en cuenta el número de partidos y el peso de los mismos) que afecta a la estabilidad entre el parlamento, la asamblea y el presidente. (Ejemplos característicos de presidencialismo estables con bipartidismo son Costa Rica y EEUU).

4. Leyes electorales mayoritarias y proporcionales. Ley D´hont: cómo se distribuyen los escaños en España

Existen dos tipos de leyes electorales en los sistemas políticos. Por una parte, las mayoritarias, y, por otra, las proporcionales. Dos ejemplos son, respectivamente, Reino Unido y España.

En los sistemas mayoritarios el partido o candidato que obtenga más votos en la circunscripción se lleva el (los) escaño(s) en juego. El resto de partidos o candidatos, por el contrario, no conseguirían ninguno. Este sistema, además de aplicarse en el Reino Unido, se utiliza en la asignación de representantes en el Colegio Electoral que elige al Presidente de los Estados Unidos (si el Partido Republicano obtuviera más votos que el demócrata en el Estado de Wyoming, se llevaría todos los compromisarios en juego en dicho Estado).

Los sistemas proporcionales, se pretende repartir de manera más proporcional los escaños de cada circunscripción, de conformidad con los votos que obtiene cada partido en las elecciones.

En España, en las elecciones al Congreso de los Diputados, los ciudadanos votamos listas cerradas y bloqueadas que presentan los partidos en cada circunscripción. En nuestra provincia, León, los ciudadanos elegimos a 5 diputados. El reparto de los diputados entre las diferentes candidaturas se obtiene después del proceso de aplicación de la Ley D´hont, que es una fórmula proporcional. Dicho proceso es el siguiente: dividimos el total de votos válidos de cada partido entre uno –el cociente se denomina media- el primer escaño se le atribuye a la media mayor, se divide, de nuevo, el total de votos válidos por el número de escaños asignados ya a ese partido más uno, asignando sucesivamente los escaños entre las medias más altas hasta completar el número de escaños. Veámoslo con un ejemplo verídico:

Votos obtenidos en el año 2004 por las tres formaciones mayoritarias en la circunscripción de León (5 escaños a repartir):

PSOE - 156.786 (3 escaños)

PP – 150.688 (2 escaños)

UPL – 13.406

León (2004)

1

2

3

4

5

PSOE

156.786

78.393

52.262

39.196,5

31.357,2

PP

150.688

75.344

50.229,33

37.672

30.137,6

UPL

13.406

6.703

4.469

3.352

2681,2

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