2 de septiembre de 2009

'Plan Fe' para la creación de vocaciones religiosas

Dios en La Lastra

Cuando a punto estaba de despegar La Lastra, irrumpió con virulencia la crisis inmobiliaria. Desde entonces, vimos a los economistas devanarse los sesos para explicar de manera accesible cuáles fueron las causas del estallido de la burbuja y cómo afectó a la turbulenta coyuntura económica. Así descubrimos los entresijos de la curva de oferta y demanda, experimentamos cómo se cortocircuita el sistema de crédito y cómo afecta a la producción y al empleo. En definitiva, comprobamos que la máxima económica neoliberal del laissez faire (el Estado debe abstenerse de intervenir en la economía; los mercados son eficientes en sí mismos) ha resultado un fracaso con consecuencias dramáticas.

Recientemente, el obispado de León ha confirmado que el proyecto para construir una iglesia en La Lastra sigue su curso, a pesar de la muerte de la feligresa que donó 600.000 euros para la construcción del templo sagrado. Aseguran los eclesiásticos que con esta inversión quedan cubiertas las necesidades sociales de los residentes del inconcluso sector urbanístico. ¡Albricias! Hete aquí una nueva explicación a la crisis del ladrillo. La Iglesia puede contribuir a salir de la recesión económica apostando por la construcción en masa de iglesias, lo que podría denominarse el ‘Plan Fe para la creación de empleo’; porque la crisis de vocaciones, afortunadamente, parece no tener vuelta atrás en Europa occidental.

Con la consumación de este proyecto imprescindible para el progreso de León, los jóvenes podemos dormir más tranquilos viendo que aumentan las opciones de quedarnos en el futuro y se reducen las de emigrar de nuestra tierra. ¡Y Zapatero empeñado en sacar adelante el INTECO -que se ha convertido en un vivero de empresas y un referente nacional de la seguridad en tecnologías de la comunicación- cuando la salvación está en el cielo!

Paradójicamente, los extemporáneos representantes de Dios en León auguran que este edificio se convertirá en una de las zonas más vanguardistas de la ciudad, mandando al carajo, así, de un plumazo, al MUSAC. Lo dijo Rod Steiger: qué tragedia es haber inventado a Dios y ahora tener que padecerle.

Publicado en La Crónica de León, el 2 de septiembre de 2009, página 2

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