29 de diciembre de 2010

Café Diario. Nos sobra corazón

Nos sobra corazón

El pasado miércoles, en el interesante espacio que la juventud tiene en Vías (antiguas cocheras de FEVE), pudimos asistir a un recital poético sobre Miguel Hernández, en el que la danza y la música se fundieron en la sombra. Fue el penúltimo homenaje que al escritor se realizará en nuestra provincia con motivo del centenario de su nacimiento. Destello a destello su figura recobra la luz que apagaron en las cárceles de España con la bendición de Luis Almarcha, que, por desdicha, aún tiene calle en León.

En el evento, dirigido por Bernardino González, quien fuera mi profesor de literatura universal y uno de los maestros que me inculcó la necesidad de la lectura, que no deja de ser una droga buena que se ingiere en grandes dosis, pudimos contemplar una escena curiosa, en tanto que infrecuente, y que merece nuestro aplauso: la concejala de Juventud del Ayuntamiento, la socialista María Rodríguez, recitando estrofas de las célebres 'Nanas de la cebolla', el poema más trascendente del Cancionero y Romancero de Ausencias. Es raro ver a políticos participando desinteresadamente en el gratificante pero duro oficio de recitar versos. Es de suponer que el hecho de hacerlo en el Espacio Vías, que ella ha impulsado con acierto esta legislatura hasta convertirlo en referente cultural para la juventud, es otro motivo de satisfacción.

Si ustedes me disculpan, les contaré que la última velada hernandiana de este año se celebrará en el lugar de mi nacimiento y del de la concejala: en Valencia de Don Juan, por la noche, en el acogedor Café Diario, donde una vez más venceremos a la sombra con ese caño de luz que aún baña a quienes leer a Miguel deseen. Y participaré en ella junto a un grupo de personas amigas, que aman la Vida y por eso militan en la luz, a las que he tenido el placer de acompañar por diversos puntos de nuestra geografía, desde La Robla hasta Villademor de la Vega, desde Matallana de Valmadrigal hasta Santa María del Páramo, vindicando los versos del pastor solitario, del católico autodidacta, del joven enamorado, del poeta del pueblo. Vindicando el Amor. Conjurando la Muerte.

Que tengan un feliz año, amigos. Nos leemos en el 2011.

Publicado en La Crónica de León, el 29 de diciembre de 2010, página 2


1 comentario:

downlights dijo...

nice posting keep blogging,