5 de enero de 2011

Querencias para el 2011

Quisiéramos...

En este año 2011 quisiéramos conseguir tantas cosas y tendríamos que cambiar otras tantas que no sabríamos por dónde empezar. En primer término, la que más apremia, es recobrar la ilusión que a fuerza de golpes hemos ido perdiendo.

Quisiéramos que los gobiernos de España y de la Comunidad Autónoma adoptaran soluciones definitivas a los problemas imperiosos del campo, de nuestros agricultores y ganaderos que han apostado todo a la Tierra, que sabiamente escaparon de los cantos de sirena del ladrillo fácil, invirtiendo en el cereal y en el ganado, en nuestra alimentación en definitiva, y que ahora sufren injustamente las tiranías del mercado aún por intervenir.

Quisiéramos que el sector minero tenga algo más de futuro, al menos hasta que nuestro conocimiento nos permita quemar carbón limpio y poder así reducir nuestra dependencia energética del exterior al tiempo que cumplimos con Kyoto.

Quisiéramos recorrer los pedregosos e inciertos caminos de la justicia, la libertad y la igualdad en estos momentos en que la crisis económica global, y la salida que estamos adoptando los países de la Unión Europea, nos hace plantearnos la duda razonable de si no estaremos ante un momento clave y regresivo en la historia del bienestar que construyeron nuestros hermanos desde el final de la Segunda Guerra Mundial y nosotros desde la transición política, cuando poco a poco íbamos delegando en nuestros Estados la acuciante tarea de no dejar a nadie en la base de la pirámide social sin posibilidad de ascenso. Cuando nadie se oponía a agrandar la tarta para que hubiera porciones para todos. Cuando desde las oficinas de Lehman Brothers en Nueva York Federico García Lorca denunciaba a quien ignoraba a la otra mitad.

Quisiéramos gritar roncamente hacia Roma y pedir humildes pero con dignidad a Benedicto XVI que no lance más invectivas ni provocaciones sobre nuestro modelo cívico de convivencia; España, dijo, “es una viña devastada por los jabalíes del laicismo” y que predique pero que también dé trigo en la decisiva hora del necesario reparto de la uva, que encuentra sus raíces en la Tierra, en el barro que es de todos.

Quisiéramos tantas cosas...

Publicado en La Crónica de León, el 5 de enero de 2010, página 2
'Guernica, la cocina', fotografía perteneciente al álbum hermano 'La ventana de una lágrima'

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