14 de marzo de 2017

John Fante - Pregúntale al polvo

 «Porque la vida era aquello otro, aquel mirar a los ojos negros de Camila, unos ojos que compaginaban el desprecio, la esperanza y una fruición cínica»

"Pasaron los días, llegaron las lluvias de invierno. Octubre tocaba a su fin cuando recibí las pruebas de imprenta de mi libro. Me compré un coche, un Ford de 1929. No tenía capota, pero corría como el viento, y cuando llegaron los días de cielo despejado emprendí viajes largos, siguiendo la línea azul de la costa, a Ventura y Santa Bárbara por el norte, a San Clemente y San Diego por el sur, siguiendo la raya blanca del asfalto, bajo las estrellas acechantes, con el pie apoyado en la consola de mandos, con la cabeza llena de proyectos para escribir otro libro, una noche, y otra, y otra, noches todas que en conjunto me proporcionaron una serie de días delirantes y visionarios como nunca había conocido, días serenos cuyo sentido temía cuestionarme. Patrullaba por la ciudad con el Ford: encontraba callejones misteriosos, árboles solitarios, casas antiguas y medio derruidas que procedían de un pasado desaparecido. Vivía en el Ford día y noche y no me detenía más que el tiempo necesario para pedir una hamburguesa y un café en desconocidos restaurantes de carretera. Aquello era vivir, dejarse llevar y detenerse para proseguir inmediatamente después, siguiendo siempre la raya blanca que corría paralela a la accidentada costa, descansar un momento al volante, encender otro cigarrillo y observar como un tonto el cielo abrumador del desierto para preguntarse por el significado de las cosas. 

     Una noche llegué al punto de Santa Mónica donde Camila y yo nos habíamos bañado en el curso de los primeros días. Me detuve y contemplé las olas espumosas y la calígine llena de incógnitas. La recordé corriendo entre los rugidos coronados de espuma, deleitándose en la libertad salvaje de aquella noche. Camila. Qué criatura." 

John Fante, Pregúntale al polvo, Anagrama (ed. 2001, ed. original 1939)
Edición Compactos de Anagrama.

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