El éxito o fracaso en la confrontación política para un partido depende en gran medida de la habilidad o torpeza que tenga a la hora de introducir en la agenda temas que los ciudadanos piensan que van a resolver mejor que sus adversarios. Estructuralmente, la izquierda propone políticas sociales porque la mayoría comparte la idea de garantizar y reforzar el Estado del bienestar.
El PP, por el contrario, ha dado un paso más en su estrategia de deslegitimación del Gobierno de España que inició en el año 2004. Sin presentar propuestas programáticas ni explicar hacia dónde debe caminar la UE, Rajoy invitó a los ciudadanos -obviando que elegíamos a nuestros representantes en el Parlamento Europeo- a pronunciarse sobre la gestión realizada por el PSOE. Distorsionada la verdadera pregunta de los comicios, la respuesta no tiene una única interpretación. Yerra, pues, el PP exigiendo ya un cambio de Gobierno basándose en sus resultados.
El derecho de sufragio es un acto personal e irrenunciable. Es la savia de la democracia. Los ciudadanos debemos ejercerlo con responsabilidad. Estas elecciones en nuestro país pasarán a la historia por dos razones: exclusión del debate temático europeo y, como consecuencia, apatía ciudadana. No se puede construir Europa como entidad política fuerte y cohesionada, como no ha hecho Rajoy para salvar su maltrecho liderazgo, anteponiendo intereses partidistas a nuestro proyecto común español en tanto que europeo.
La Crónica de León, miércoles 10 de junio de 2009
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