12 de agosto de 2009

Nueva era socialista en Ponferrada

Tiempo de progreso en Ponferrada

“Yo no lucho por una sociedad sin clases sino por una sociedad sin reuniones”, explicaba Rafael Alberti durante su largo exilio a propósito de la vida orgánica de su partido, el PCE. Algo así pensaban los militantes del PSOE de Ponferrada, que en estos últimos años han visto que todos sus líderes han sido fagocitados y se han reunido vanamente en tantas ocasiones que el hastío por la vida interna era hasta cierto punto inevitable. Añoran los tiempos en que Celso López Gavela obtenía abrumadoras mayorías; pero, al igual que Alberti, aún no han perdido la ilusión por construir un mundo mejor y moralmente sostenible; una ciudad más habitable.

Ponferrada, sociológicamente, es progresista. Para comprobarlo basta con examinar los resultados electorales del PSOE en las dos últimas confrontaciones nacionales y europeas que son, ante todo, ideológicas. La ciudadanía, consciente del esfuerzo inversor del Gobierno de Zapatero en El Bierzo y consecuente con sus valores, ha votado masivamente en clave de solidaridad, igualdad y justicia social. Ha dado demasiadas muestras de estar a la altura de las circunstancias, a esa altura que su partido no ha sabido cuando de comicios locales se trata.

Hablar del PP en Ponferrada es hacerlo de Ismael Álvarez y López Riesco, que han sido alcaldes que no han caminado ni delante ni detrás del escándalo sino acompasándolo. Han hecho de Ponferrada una ciudad ornamentalmente lustrosa para el turista y el viandante, pero, lamentablemente, demasiado conocida judicialmente. Han sido “brillantes” gestores del urbanismo, pero no han implementado política social alguna digna de reseña.

Recientemente, Aníbal Merayo ha sido elegido para dirigir el PSOE y construir un equipo solvente que, varios cuatrienios después, pueda ser una alternativa al PP en la capital berciana. La mayoría de votos afirmativos que ha obtenido su candidatura le otorgan una legitimidad incuestionable. El tiempo de los personalismos ha dado paso al de la acción común. Era un mandato social. Si vuelven, nueva desafección ciudadana y larga vida al PP en el consistorio. Es tiempo de responsabilidad colectiva; será tiempo de progreso.

Publicado en La Crónica de León, el 12 de agosto de 2009, página 2

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