25 de agosto de 2010

Bajándose al moro

Bajarse al moro y otras paradojas veraniegas

Sin morlacos. Ríos de tinta corren desde que el Parlamento catalán pusiera fecha para abolir las corridas de toros en su territorio. En León, en consonancia con el conjunto de la población española, una mayoría se opone a la medida y brama contra ella. Sin embargo, el mercado expulsa actividades ineficientes e impone sequía veraniega de toros en la provincia dado que no es un espectáculo rentable, aunque sí cruento y desagradable, y los ayuntamientos no están dispuestos a malgastar euros para contemplar una faena en la que un animal es maltratado hasta la muerte entre el jolgorio general del folclórico respetable. Resultado: ni una queja. ¿Estaremos, pues, ante un choque de nacionalismos?

Pesantez de balón. El fútbol, como el artilugio con el que se juega cuando se golpea con fuerza, no se detiene. Del mundial, a la pretemporada; un suspiro y nuevamente a la liga. El verano ha sido fructífero. Nos erigimos campeones del mundo, pero, como no hacemos las cosas completamente bien, escogimos de banda sonora a David Bisbal, representante de la cultura del pelotazo inmerecido (artista de primera, que, por decirlo con La Fuga: solo ha de cantar y aprender a sonreír aunque quiera llorar) y levantamos la copa junto a Manolo Escobar, coreando su casposa canción. Es decir: el trabajo en equipo de jóvenes dispares pero relativamente humildes a las órdenes del maestro Del Bosque musicalmente se visualiza de esa manera. ¡Patético!

Bajarse al moro. Aznar presidió durante ocho años el Gobierno. Su agenda azul estuvo siempre repleta de citas y ninguna mañana tuvo libre para visitar Melilla y proclamar, vuvuzela en mano, su españolidad. Ahora, aprovechando que estábamos inmersos en un conflicto con los amigos alauitas del Rey Juan Carlos, que son periódicos en las relaciones bilaterales con Marruecos, se da un paseo por las calles a la vez que hace una declaración institucional junto al Presidente de la ciudad autónoma. El gran estratega militar, que pasará a la historia por planear la “operación Perejil”, brillantemente ejecutada por el Mariscal Trillo, sabía que importunaba a su partido e interfería en nuestra política exterior. ¿Por qué lo hizo?

Publicado en La Crónica de León, el 25 de agosto de 2010, página 2

"Patriotismo infantil", fotografía perteneciente al álbum hermano 'La ventana de una lágrima'

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