La autopista es el tiempo que tarda en convertirse
el principio en el término.
Entretanto en el día que me quieras.
No se pisan jamás las mismas huellas
—Heráclito dijo algo parecido—
sin embargo conducen al lugar donde estamos.
Nunca le tengas miedo al horizonte
no hay placer más sabroso que el trayecto.
Acepta el pan servido en cualquier parte
disfruta del asilo que te ofrezcan
pero ten preparadas las maletas.
Aprende por tu bien el arte de marcharte
siempre un segundo antes de que te hayan echado.
Poema de Raquel Lanseros, de su antología A las órdenes del viento (Ed. Valparaíso, Granada, 2ª edic. 2015 ampliada)
Nael Cassady y Jack Kerouac |
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